Toledo: Ciudad Imperial, Patrimonio de la Humanidad

Toledo, solar hispano, crisol de la raza íbera. Dichoso aquel que naciera español y toledano. Cervantes. Silencio. Debería bastar que Don Miguel hablase así de la ciudad castellana. Pero es que la ciudad castellana, habla por sí sola... de sí misma.

Pinceladas toledanas

Retazos de una gran historia. Muchos son los personajes. Muchos fueron los pasajes. Todos en un mismo paisaje... aunque en ocasiones algunos lo hicieron peligrar.

Toledo, cuna de civilizaciones. Ciudad abrazada por el Tajo. Que muere sin abrazos allende Portugal. Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Ciudad Imperial.
Aunque a través de este reportaje conoceremos pinceladas de Toledo. Conocer la ciudad no es únicamente conocer su historia y sus monumentos. Conocer su legado. Conocer su herencia. Conocer Toledo es visitar sus calles… Conocer su interior… Imbuirse en su historia y en su arte. En definitiva… vivir la ciudad. Vivir Toledo.

Pongamos que hablo de Toledo

Ya lo dijo Ortega y Gasset "desde todas partes y en todos sus puntos, Toledo es alucinante y desmesurado". Yo me adhiero a esta sabia opinión. Sabia opinión de un sabio pensador. Toledo. Laberinto de historia viva y compartida. Toledo, pasen y lean.

Toledo es una pequeña  pero impresionante ciudad, cuya herencia histórica de coexistencia y tolerancia de las Tres Culturas –la judía, la cristiana y la musulmana- nos sirve de ejemplo – con el que deberíamos predicar- de convivencia y paz. Una ciudad en la que todos los estilos arquitectónicos y todas las culturashan dejado muestras singulares de su presencia.

Esta ciudad ha sabido conservar un patrimonio inigualable que hunde sus orígenes en el Neolítico, aunque su entrada en la historia se produce en el año 192 antes de Jesucristo, al ser conquistada por las legiones romanas. La civilización romana la denominó Toletum y bajo su dominación se construyeron templos, teatros, anfiteatros, circos, murallas y un acueducto. Con la desaparición de la Hispania romana, la ciudad fue ocupada por los visigodos que la convirtieron en su capital, extendiendo su reino a toda la Península.

Las tropas cristianas de Alfonso VI entraron en Toledo el 25 de mayo de 1085 poniendo fin a la dominación árabe, aunque la conquista completa de la Península Ibérica no se produjo hasta el año 1492 de la mano deIsabel y Fernando-tanto monta, monta tanto-. Durante el Medievo, la ciudad de Toledo fue sede de la Cortey capital de la monarquía castellana y fue por aquel entonces cuando se desarrolló la “Escuela de Traductores de Toledo”.

A pesar del traslado de la capitalidad a Madrid en el año 1561, Toledo alcanzaría su mayor esplendor en el siglo XVI. En aquel próspero ambiente El Greco produciría sus mejores cuadros que serían muy bien acogidos por las vanguardias artísticas contemporáneas.

Ya en el siglo XIX el motor económico fueron los centros de instrucción militar y la llegada de un sinfín de viajeros enamorados y alentados por la imagen romántica de la ciudad castellana. Novelistas y poetas difundirán la belleza de Toledo en sus obras.

En la actualidad, Toledo es una urbe dinámica en constante crecimiento que fomenta su valor patrimonial y artístico. Una gran ciudad donde la cultura, la historia y la innovación van de la mano. 

Ciudad Patrimonio de la Humanidad

El historiador José Amador de los Ríos escribió que Toledo "en su seno guarda todos los recuerdos, todas las tradiciones de España; la fábula y la historia se disputan su nombre; los pueblos, la gloria de haber abierto los cimientos de sus muros".

Toledo es una de las ciudades españolas con mayor riqueza monumental. Archiconocida como “Ciudad de las Tres Culturas”, debido a su convivencia durante siglos de cristianos, árabes y judíos, Toledo conserva tras sus murallas un legado artístico y cultural en forma de iglesias, palacios, fortalezas, mezquitas y sinagogas. Un sinfín de combinaciones culturales y artísticas.

Una gran diversidad de estilos artísticos que convierten el casco antiguo de la capital manchega en un auténtico museo al aire libre, hecho que permitió su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

Dicha declaración constituye un honor y un reconocimiento internacional, pero al mismo tiempo supone una gran responsabilidad en cuanto al cuidado del su patrimonio cultural, histórico y natural.

Toledo desde 1986 aborda obligaciones como la de mantener su casco histórico o la de proteger su patrimonio de las adversidades medio ambientales, así como de la mano humana. Toledo debe preservar su pasado de la vida actual en la que ahora le toca vivir.

Tesoros toledanos

La ciudad de Toledo está asentada sobre una colina rocosa y rodeada casi en su totalidad por el río Tajo. Ciudad considerada por muchos como una segunda Roma. Pero Toledo es una ciudad única. En sus detalles. En su cultura. En su historia. En su encanto. Por su belleza.

Parece pensada para perderse entre sus angostas callejuelas. Entre sus plazas y jardines… Hecha para caminar por sus largas cuestas y mirar sobre su horizonte. En Toledo no solo hay monumentos… Inolvidables rincones y espacios despiertan sensaciones y emociones a todos aquellos que quieren ser partícipes de su historia. 

Sumergirse entre edificios de todas las épocas y estilos. Desde el renacimiento al mudéjar. Desde el barroco al gótico. Y ahora toca Chillida. Aunque en Toledo no peine el viento.

Lo primero que nos encontraremos al llegar a Toledo es la entrada a la ciudad. La puerta Nueva de Bisagra, obra del arquitecto Alonso de Covarrubias y construida en 1550 al más puro estilo renacentista. Es llamada así porque mira a la comarca de La Sagra. A pocos metros también encontramos la Puerta de Alfonso VI, llamada así porque por ella entró el rey a la reconquista de Toledo.  Si continuamos rodeando la ciudad nos toparemos con la Puerta del Cambrón, de origen musulmán. Puerta de salida de la ciudad.

Puertas para adentro, encontramos la Mezquita del Cristo de la Luz, conjunto monumental más antiguo de Toledo. Es la mejor conservada de las diez que llegaron a existir en la ciudad. Famosa es su leyenda protagonizada por el caballo de El Cid. Mientras caminamos por las estrechas calles toledanas hacia la Catedral Primada podemos visitar algunos baños romanos y árabes que han sido restaurados para ser visitables como lo del Ángel, los Pozos del Salvador, la Casa del Judío o las Cuevas de Hércules.

Y llegamos a la plaza del Ayuntamiento. Un ayuntamiento que a pesar de su belleza se queda pequeño frente a la majestuosidad de la Catedral de Santa María. Esa que D. Benito Pérez Galdós llegó a definir como “enciclopedia de catedrales”. Esa que guarda la Custodia de Enrique de Arfe en su interior. Esa en la que el Transparente de Narciso Tomé hace su función. Arquitectura gótica considerada como la obra maestra del estilo gótico en España.

Andaremos por las cuestas toledanas para hasta llegar al centro neurálgico de la ciudad. La plaza de Zocodover. Y una vez allí nos llamará la atención el Álcazar. Escenario de historias famosas. De historias pasadas. Hoy convertido en Museo del Éjercito. Por las noches será faro de guía toledano. 

Toledo también tiene museos. El de Santa Cruz, el Sefardí o la Casa-Museo del Greco, donde encontramos su Entierro del Conde Orgaz. El Monasterio de San Juan de los Reyes legado de Isabel la Católica que en su día quiso conmemorar la batalla de Toro. Y también quiso ser enterrada allí… pero cambió de planes y quiso descansar en Granada. 

Y entre tanta historia… actualidad. Presente que nos habla del futuro y que se convertirá en pasado. La mano de Moneo en el nuevo Miradero. Las premiadas escaleras de Recaredo de Juan Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres, que nos evitan cuestas y nos refugian del sol y de las lluvias. Escaleras que unen pasado y presente. Escaleras que traspasan murallas. Escaleras para viajar.

Gastronomía Toledana

Patearse la villa toledana da hambre "mucho hambre" pero no hay que preocuparse porque Toledo está en La Mancha, manchega, y "hay mucho vino, mucho pan, mucho aceite y mucho tocino". Si, estás en la tierra de Don Quijote. Que te alborotes o no, ya es cosa tuya.

Comer en Toledo, al igual que navegar por sus calles, puede resultar apasionante. La cocina toledana te hace viajar al pasado, te habla de sus tradiciones. Te sabe a caza y a pastoreo y más tarde a mazapán.

Y como en el comer y el rascar, todo es empezar… Podemos empezar por unas sopas de ajo castellanas, o por unas migas o por arroz a la toledana. Quizá ahora es el gazpacho una mejor elección.  También hay cochifrito, gachas o unas ricas y variadas carcamusas. Famosos son sus guisos de perdiz. estofada o en escabeche. A la toledana. Si eres más de pescado… la trucha también tiene su versión en Toledo.

La jotilla lo dice, La Mancha es famosa por sus vinos, por sus quesos, únicos en el mundo. Denominación de origen. Y sus aceites, que también la tienen. Y de postre... mazapán. Hablar de Toledo, es hablar de este postre. Es hablar de anguilas, de pasta para sopa de almendras, de delicias, de monerías. De marquesas, de empiñonadas… De sabor a otra época. De recuerdos de allí fuera.

Sumergirse en la cocina toledana, se sumergirse en la historia. Su comida relata lo mismo que sus calles. Cada bocado, una página. Cada comida, un capítulo. Comer y conocer. Comer es un placer. Nada que ver con el de fumar… que no lo es.

Viaje a Toledo y adéntrese, busque, pregunte… pero sobro todo piérdase por sus calles. Sumérgete en su mundo lleno de historia. Un mundo mágico. Un viaje en el tiempo. Os espero en el Valle...con Toledo a mis pies...